Como cualquier territorio que cuente con miles de kilómetros de asfalto, Cataluña no se escapa de tener una red viaria llena de rotondas, intersecciones giratorias diseñadas para ordenar el tráfico sin pararlo, como hacen los semáforos. Aunque la razón de existir de una rotonda queda bien clara, muchas veces su funcionalidad se quiere acompañar de un arte de gusto dudoso. Valora tu mismo tres de las rotondas más kitsch de Cataluña (fotos extraídas de Google Imágenes):