Quedarnos en silencio mirando al cielo y viendo cómo pasa por mil tonalidades diferentes en cuestión de minutos es cautivador. Las puestas de sol nos fascinan y ésta es la mejor época para disfrutar de ellas: ni mucho frío ni mucho calor, perfecto para relajarnos mientras el sol cae ante nuestros ojos.
En Cataluña hay unas puestas de sol increíbles y os hemos traído algunas de nuestras favoritas. ¿Os animáis a hacer una excursión este fin de semana para ver alguna de ellas?
1. Macizo de Montserrat (Barcelona)
Entre las comarcas de la Anoia, del Baix Llobregat y del Bages, Montserrat es una de las montañas más queridas de Cataluña. Ver la puesta de sol desde cualquiera de sus cimas es una de esas cosas que hay que hacer (al menos) una vez en la vida.
En la comarca del Pla de l’Estany encontramos este maravilloso paraje. Cuando cae el sol, el lago de Banyoles se convierte en un espectáculo. Como si fuera un espejo, las barquitas se reflejan en el agua y a la vez que los colores del cielo cambian, el lago los reproduce como si fuera un espejo.
3. Bunkers del Carmel (Barcelona)
En el Turó de la Rovira, una de las colinas de Barcelona, encontramos unos antiguos bunkers de la Guerra Civil. A día de hoy, se han convertido en uno de los miradores más preciados por los barceloneses debido a su privilegiada localización. Al atardecer se llena de gente que quiere desconectar de la vida frenética de la ciudad y es que las vistas son geniales.
Situado en la comarca del Alt Empordà, este pequeño pueblo de pescadores es famoso por ser el lugar de veraneo de Dalí. Sus calas escondidas y las múltiples referencias al pintor surrealista hacen de Cadaqués uno de los destinos más turísticos de la Costa Brava. Sus puestas de sol en el puerto son un auténtico espectáculo de colores.
El Deltebre es un municipio de la comarca del Baix Ebre, el más cercano a la desembocadura del río que lleva su nombre. A pesar de los mosquitos, reyes del lugar, sus arroces y sus puestas de sol son dos buenas razones para visitar este paraje natural.